Guía completa de hipotecas de España
La decisión de comprar una vivienda no es fácil (ni barata) y por lo tanto, no es algo que deba decidirse de un día para otro. Cuando estás convencido de establecerte y adquirir un inmueble, la mejor manera de financiarlo es a través de un préstamo hipotecario, ya que tienes la opción de poder pagarlo durante varios años.
¿Qué ley regula la hipoteca?
La ley que regula las hipotecas es la Ley Hipotecaria, que fue aprobada en 1946 y ha sido objeto de diversas reformas a lo largo de los años para adaptarse a los cambios en el mercado y las necesidades de los consumidores. La Ley Hipotecaria establece el marco legal para la constitución, modificación y cancelación de las hipotecas, así como para la ejecución de las garantías hipotecarias en caso de incumplimiento por parte del deudor.
La Ley Hipotecaria también establece los derechos y obligaciones de los prestamistas y prestatarios, las normas para la tasación de los bienes hipotecados, los requisitos para la inscripción de las hipotecas en el Registro de la Propiedad, y otros aspectos importantes relacionados con las hipotecas en España.
¿Cómo se llama realmente la ley que regula las hipotecas en España?
La ley que regula las hipotecas se llama "Ley Hipotecaria". Su título completo es "Ley Hipotecaria, de 8 de febrero de 1946", aunque ha sufrido diversas reformas y modificaciones desde entonces para adaptarse a los cambios en el mercado y las necesidades de los consumidores. Por lo tanto, en términos generales, la ley que regula las hipotecas en España se conoce como "Ley Hipotecaria".
¿Quién decide si te dan un préstamo hipotecario?
La decisión de conceder o no un préstamo hipotecario depende de la entidad financiera que otorga el préstamo, como un banco, caja de ahorros o cooperativa de crédito. Es la entidad financiera la que evalúa la solvencia crediticia del solicitante y decide si es apto para recibir un préstamo hipotecario.
Para ello, la entidad financiera analiza diversos factores, como la capacidad de pago del solicitante, sus ingresos y gastos, su historial crediticio, su estabilidad laboral y financiera, y el valor de la propiedad que se va a hipotecar. En base a estos factores, la entidad financiera determina si el solicitante cumple con los requisitos necesarios para recibir un préstamo hipotecario y, en caso afirmativo, establece las condiciones del préstamo, como el importe, plazo y tasa de interés.
¿Qué dice el artículo 225 de la ley hipotecaria?
El artículo 225 de la Ley Hipotecaria de España establece que "los registradores no podrán practicar la inscripción de una hipoteca sin que se les presente el documento auténtico que contenga la firma del deudor y, en su caso, del fiador, así como la certificación del acta notarial en que se haya hecho la notificación al deudor". Esto significa que para inscribir una hipoteca en el Registro de la Propiedad, es necesario presentar un documento auténtico que contenga la firma del deudor y, en su caso, del fiador, y una certificación notarial en la que se haya hecho la notificación al deudor.
La finalidad de este artículo es garantizar la autenticidad y validez del documento que se presenta para inscribir la hipoteca en el Registro de la Propiedad, así como proteger los derechos de los deudores al exigir que se les notifique adecuadamente de la constitución de la hipoteca sobre sus bienes. De esta manera, se busca evitar fraudes o irregularidades en el proceso de inscripción de las hipotecas y garantizar la seguridad jurídica en el mercado hipotecario.
¿Cuándo prescribe la deuda de una hipoteca?
La deuda de una hipoteca prescribe a los 20 años, de acuerdo con lo establecido en el artículo 1964 del Código Civil. Esto significa que, si el deudor no ha realizado el pago de la deuda hipotecaria durante 20 años, la deuda prescribe y ya no puede ser reclamada judicialmente.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen excepciones a esta regla general. Por ejemplo, si el deudor reconoce la deuda o realiza cualquier pago, se interrumpe el plazo de prescripción y se reinicia el cómputo de los 20 años desde la última interrupción. Además, la entidad financiera puede llevar a cabo acciones para intentar recuperar la deuda hipotecaria, como la ejecución de la garantía hipotecaria, antes de que transcurran los 20 años de prescripción.
En cualquier caso, es recomendable que los deudores mantengan un buen registro de pagos y de las comunicaciones con la entidad financiera para evitar problemas futuros relacionados con la prescripción de la deuda hipotecaria.
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